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El traje desde la prehistoria II
Tratamiento de las pieles y su manipulado.
Respecto a la preparación de las pieles, el primer problema que tenían era darle forma, ya que en la zona de los hombros les estorbaba para algunos movimientos y dejaba parte del cuerpo al descubierto.
El segundo problema era el endurecimiento de las pieles, que al secarse resultaban intratables.
El método más sencillo que encontraron para suavizar y darle flexibilidad era masticarlas, como usaban las mujeres esquimales.
Otro método consistía en humedecer la piel y golpearla repetidamente. Aunque ninguno de los dos era lo suficiente satisfactorio, porque al mojarse las pieles tenían que volver a realizar todo el proceso. Más tarde descubrieron que al utilizar grasas de animales, éstas permanecían flexibles por más tiempo. El hombre primitivo empezó a utilizar medios químicos para el apresto, como las sales de arcilla, grasas o aceites.
Se conocen los utensilios utilizados, encontrados en numerosos yacimientos y restos en algunas cavernas; raederas y rascadores hechas de sílex, cuchillos para cortar el cuero, peines de asta y cornamenta para aprestar las pieles, que son muy parecidos a los usados por los esquimales hasta que no aparecieron los metales.
A la par fueron descubriendo los tintes, que sigue siendo muy parecido a como se hace hoy en día. Algunas cortezas de árboles, y hojas son las utilizadas por su contenido en taninos, que se extraen por medio de una maceración con agua, sumergiendo las prendas durante un buen rato.
En esa época, se empezaron a unir las piezas cosiéndolas con hilos extraídos de nervios de animales, tendones de renos, o sacados de la crin de la cola de caballo, por medio de punzones y agujas de hueso, de marfil de mamut o de la cornamenta de reno provistas de ojo, depositadas en cavernas hace 40.000 años.
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